domingo, 6 de marzo de 2011

Hoy me siento engañada. Creo que no te he dicho todo lo que pienso, porque sé que al menos podríamos llegar a ser amigos. Pero ya no puedo más, tengo tantos pensamientos que voy a explotar. La realidad es que no te entiendo, ni a ti, ni lo que me intentas explicar. Y me jode. Me podrías haber dejado las cosas claras desde el principio, porque si lo hubiera sabido probablemente todo hubiera sucedido de otra manera. Igual es resentimiento, llámalo como quieras. Pero sinceramente ya no me creo nada. Que me dijeras tanto al principio y ahora de repente nada. O mentías antes, o mientes ahora. Igual ese fue mi error, contarte todo, mis preocupaciones y sentimientos, fiarme de ti tan rápido. Quizá te di de más. Y ahora no hago más que acordarme de ti, de nuestros momentos, y experimento un abanico de sensaciones: felicidad, rabia, y dolor. Acabo siempre igual, y joder...quiero olvidarte ya.
Y sí, que lo de amigos está muy bien, que podríamos llevarnos bien, pero siempre me va a quedar este sentimiento de que tus palabras han sido mentira, y solo querías una excusa para perderme de vista. Pero
ya está...ya basta. Si quieres explicarme algo estaré como siempre, esperando. Y lo juro, que ya no te dedico ni un pensamiento y ni siquiera una lágrima. Esto aquí se acaba.